Planificar el menú semanal antes de ir al supermercado es una de las mejores estrategias para ahorrar dinero, evitar el desperdicio y comer de forma más sana y equilibrada. En mi día a día como ama de casa en una aldea de Portugal, esta rutina se ha convertido en una costumbre que me facilita mucho la vida. Aquí te cuento cómo lo hago yo, paso a paso.
1. Revisa lo que ya tienes en casa
Antes de pensar en nuevos platos o ingredientes, empieza revisando tu despensa y tu congelador.
Haz una lista rápida de lo que ya tienes:
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En la despensa: pasta, arroz, legumbres, latas, harinas, conservas, etc.
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En el congelador: carne, pescado, verduras congeladas, pan, caldos…
Esto te ayudará a aprovechar lo que ya has comprado y evitar duplicar productos.
2. Ten en cuenta los productos de temporada
Los alimentos de temporada son más económicos, tienen mejor sabor y suelen estar en su mejor momento nutricional.
Según la época del año, puedes adaptar tu menú a lo que ofrece el mercado local: por ejemplo, en verano aprovecho el tomate, el calabacín, las frutas frescas… y en otoño, tiro más de calabaza, coles, manzanas y legumbres.
3. Diseña un menú realista para 5 días
No hace falta planificar los 7 días completos. Yo suelo organizar la comida y la cena para 5 días, dejando algo de margen para improvisar o aprovechar sobras.
Al diseñar el menú, ten en cuenta:
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Las comidas que más suelen gustar en casa
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Tu tiempo y energía para cocinar cada día
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Combinar proteínas, carbohidratos, verduras y frutas de forma equilibrada
Ejemplo rápido de menú:
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Lunes: Lentejas con verduras / Ensalada de arroz con atún
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Martes: Tortilla de patatas / Puré de calabacín y huevo cocido
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Miércoles: Pollo al horno con patatas / Gazpacho y tostadas
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Jueves: Pasta con salsa de tomate casera / Sopa y sándwich
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Viernes: Pescado a la plancha con ensalada / Pizza casera
4. Haz la lista de la compra con cabeza
Con tu menú ya definido, prepara una lista de la compra solo con lo que necesitas para completar los platos. Agrúpala por secciones del supermercado (frutas, verduras, carne, lácteos, etc.) para hacer la compra más rápida y ordenada.
Ventajas de esta forma de organizarse:
✅ Evitas comprar por impulso
✅ Ahorras dinero al no repetir productos
✅ Comes más saludable y variado
✅ Reduces el estrés de pensar qué cocinar cada día
✅ Aprovechas lo que ya tienes en casa
Conclusión:
Hacer un menú semanal antes de ir al supermercado no solo es útil, ¡es una verdadera estrategia de ahorro! Te animo a que lo pruebes y veas cómo cambia tu forma de organizar las comidas y tu economía doméstica. Pequeños hábitos como este pueden marcar una gran diferencia.